¿Por qué elegir nuestra Escuela de Atletismo para niños?

Decir que no todas las escuelas de atletismo son iguales puede parecer algo difícil de aceptar. Sobre todo, porque todas ellas están enfocadas al entrenamiento de niños y jóvenes que se están iniciando en este deporte.

A priori jamás imaginaríamos un Equipo de Atletismo en el cual su prioridad no fueran los niños. Tampoco imaginaríamos una en donde las clases de atletismo para niños estuvieran enfocadas al rendimiento desde el primer día. Mucho menos una, en donde la priorización de la ganancia económica diera como resultado una estructura técnica con entrenadores sin formación y una ratio muy elevada de niños por cada uno de ellos.

Desgraciadamente esto ocurre y en muchas más ocasiones de lo que parece. De ahí la necesidad de empezar esta pequeña entrada de nuestro blog aseverando que no todas las Escuelas de Atletismo Infantil son iguales.

Principios de nuestro Club de Atletismo para Niños.

Los entrenadores de nuestra Escuela de Atletismo para niños tienen muy claros cuatro principios fundamentales. Estos principios están en todo momento presentes a la hora de planificar las sesiones de entrenamiento dirigidas a nuestros jóvenes atletas.

1.- Las Clases de atletismo para niños han de seguir la metodología del reto jugado.

Al contrario de lo que la gente predica, el niño ha de entrenar y mucho. Obviamente lo que no tiene es que entrenar como un adulto en miniatura. Este entrenamiento infantil tiene que ser adaptado y planificado de acuerdo con el nivel de desarrollo físico y deportivo del joven atleta.

El argumento, en el que en atletismo infantil el niño solo tiene que jugar, tiene que más con argumentar que no hace falta planificar que con la realidad atlética. Lo fácil es ir a una sesión de entrenamiento esos niños, meterles dos juegos y para casa. Otra bien diferente es buscar un esquema de trabajo, con ejercicios progresivos para que entrenen jugando.

2.- Los Equipos de Atletismo Infantil tienen que fomentar adherencia al deporte.

Es uno de los objetivos principales de nuestro Grupo de Entrenamiento para niños y jóvenes. Si no conseguimos que el niño se fidelice al deporte no funcionamos como Club de Atletismo Infantil.

La fidelización para niños y jóvenes es distinta. Los niños ganan adherencia si se divierte. De aquí que algunos Escuelas de Atletismo Infantil solo jueguen. De esa manera los niños se divierten, ellos trabajan poco, y las cuotas mensuales se van pagando.

La adherencia para los jóvenes se realiza mediante la socialización y la percepción de mejoría. Nuevamente aquí existe la perversión del Equipo de Atletismo para Jóvenes que no tiene al atleta menor en el centro de su foco de importancia. Lo más fácil es meter un entrenamiento reducido de adultos. El mismo para todos, quitando algo de carga de trabajo para los menos desarrollados. De esta manera rendimiento, al menos a corto plazo, se consigue.

La socialización aun es más perversa, incluso se busca la sensación de “todos contra nosotros porque somos los buenos” como manera de fidelizar la permanencia al Club. Esto se acaba cuando el niño deja de ser un menor sin sapiencia del atletismo. En cuanto se convierte en un adolescente algo crítico y las lesiones o el estancamiento deportivo se produce el niño o cambia de Club de Atletismo o deja el deporte.

El trabajo de construcción es arduo, cada año de maduración biológica debe tener una carga y orientación de contenidos diferentes. Son muchas horas de trabajo detrás de cada plan de entrenamiento para carreras, saltos o lanzamientos. Trabajo que en nuestra Escuela de Atletismo para niños hacemos gustosos y convencidos de que el camino correcto para fortalecer la motivación en adolescentes.

3.- El entrenamiento de menores se busca la construcción a largo plazo.

El rendimiento inmediato apoyado en un entrenamiento de adultos reducido en incorrecto. Este lleve al abandono deportivo prematuro, a la lesión, o a la frustración atlética.

Muchos, para justificarlo hablan de Armand Duplantis o Jakob Ingebrigtsen como ejemplos de atletas que han llegado iniciando su entrenamiento de adulto en edades tempranas. Sí, son dos buenos ejemplos, no obstante, en su contra tienen miles de atletas que no les ha funcionado.

El entrenamiento en jóvenes tiene que ser un entrenamiento de construcción deportiva. Que ayude al niño a desarrollar su cuerpo y su mente para poder, posteriormente, empezar con el entrenamiento de adultos.

Este entrenamiento no conlleva tan buenos resultados en categorías menores, aunque conlleva aumentar las posibilidades de grandes resultados en categoría adulta, si la genética acompaña claro. Si esta no lo hiciera, obtendríamos a un niño que ha asimilado el deporte a su estilo de vida.

4.- Trabajamos con jóvenes, no con deportistas profesionales en miniatura.